2-0: Un 10 para el Almería en el partido 100 de Rubi
Los rojiblancos vuelven a ganar seis jornadas después y logran el primer triunfo de la temporada en casa en un encuentro en el que jugaron en inferioridad numérica desde el minuto 35. El equipo tiró de casta y de buen fútbol para sumar tres puntos que eran fundamentales. La afición, también de sobresaliente. Marcaron Luis Suárez y Pozo, éste un golazo para sentenciar
Los rojiblancos vuelven a ganar seis jornadas después y logran el primer triunfo de la temporada en casa en un encuentro en el que jugaron en inferioridad numérica desde el minuto 35. El equipo tiró de casta y de buen fútbol para sumar tres puntos que eran fundamentales. La afición, también de sobresaliente. Marcaron Luis Suárez y Pozo, éste un golazo para sentenciar
Seis jornadas después el Almería se reencontró con el triunfo en la Liga y alcanzó, al mismo tiempo, la primera victoria de la temporada en casa, ya que la anterior fue en Tenerife en el mes de agosto. Tres puntos fundamentales por la situación en la que se encontraba el equipo, que estuvo de 10 en el partido 100 de Rubi… y de su cuerpo técnico, como rojiblanco. El conjunto almeriense se adelantó en el marcador en el minuto 29 por medio de Luis Suárez, y en el 35 se quedaba en inferioridad numérica al ser expulsado Arribas. Quedaba mucho por delante, pero el Almería tiró de casta, de amor propio, de entrega, de coraje y de fútbol, de buen fútbol, para no sólo mantener el resultado, sino ampliarlo en el tramo final en medio de un ambiente espectacular porque el estadio rugió con una afición de sobresaliente.
Hay un dicho que dice que lo que funciona no se toca, pero como esto no sucedía en el Almería no sorprendió que Rubi apostara por un once con cuatro cambios con respecto a la jornada anterior, además de innovar con el sistema. En defensa Bruno Langa suplía a Centelles en el lateral izquierdo; en el centro del campo actuaban Baba y Lopy, Leo Baptistao formaba tándem ofensivo con Luis Suárez, siendo las bandas para Arribas y Nico Melamed. Mucha calidad y gol arriba, y mayor brega y consistencia en la medular con los africanos. Además, el equipo estaba con las líneas más juntas y bien arropado.
Con estas novedades Rubi intentaba sorprender a un rival invicto como visitante… Y las cosas funcionaron. De nuevo el Almería fue muy ofensivo y vertical de inicio con un buen fútbol y fuerte ritmo. A los cinco minutos ya había dispuesto de hasta tres claras oportunidades. Aunque el Burgos tuvo unos minutos de control ante un conjunto almeriense que volvía a jugar con fuego en momentos puntuales, los de Rubi volvieron a la carga y en el 29 Luis Suárez culminaba una brillante acción ofensiva tras asistencia de Arribas. Era el 1-0. Poco después, en el 31, los mismos protagonistas pudieron hacer el 2-0, pero el colombiano mandó el balón fuera cuando lo tenía todo a favor para marcar.
En el minuto 35 los indálicos se quedaban en inferioridad numérica por expulsión de Arribas por hacer una dura entrada a un rival. En un principio era la segunda amarilla para el madrileño, sin embargo, el VAR la convirtió en roja directa. Así se llegaba al descanso, con ventaja en el marcador y un jugador menos… y todo un segundo tiempo por disputar.
¡Y vaya segundo período! El Almería tuvo una actitud increíble, espectacular. Sacó casta, coraje, entrega y fútbol, buen fútbol. El Burgos tenía que apretar, y lo hizo, pero los rojiblancos supieron responder la complicada situación. A los 12 minutos de la reanudación Luis Suárez, en una contra, tuvo el 2-0, pero su disparo se estrelló en el portero. En el 63 se tuvo que exhibir Maximiano para evitar el 1-1, y en el 68 otra vez el colombiano mandó alto el balón.
El partido era de ida y vuelta, emocionante y cargado de incertidumbre porque cualquier cosa podía pasar. Hay que valorar, y de qué forma, además, que el Almería fuera valiente porque no se encerró atrás ni especuló en absoluto. Además los jugadores daban el doscientos por cien y sacaban fuerzas de flaqueza cuando el cansancio, el agotamiento, aparecía por el gran desgaste que se realizaba. Un claro ejemplo fue el 2-0. Pozo que establa completando, como sus compañeros, un partidazo, se metió en el minuto 88 un “eslalon” en el que sorteó y superó por velocidad a varios rivales para culminar la jugada con el golazo que sentenciaba la confrontación.