3-2: Derrota cruel del Almería, que tras igualar un 2-0 en el 90, perdió en el 93
El conjunto almeriense, plagado de bajas, hizo un gran trabajo y puso intensidad, casta y épica, pero no obtuvo la justa recompensa
De cruel e injusta hay que catalogar la derrota que el Almería sufrió frente al Granada CF en el Nuevo Estadio de los Cármenes puesto que plagado de bajas dio la cara ante uno de los máximos aspirantes al ascenso. El conjunto almeriense hizo un gran trabajo, y puso intensidad, casta y épica. Tanto que fue capaz de igualar, en el minuto 90, un 2-0 adverso, pero en el 93 no supo defender bien una acción a balón parado y perdió en la que fue la última jugada del encuentro.
Lucas Alcaraz realizó cambios en el once inicial, influenciado en gran medida por las bajas, y en este sentido Joaquín volvió al centro de la defensa, Mandi recuperó la titularidad en el doble pivote, Fidel se situó en la banda izquierda desplazando a Gaspar a la derecha, y arriba, de “9”, actuaba Juan Muñoz.
Aunque el equipo estaba plagado de ausencias, el entrenador del conjunto almeriense dijo en las vísperas que tenían argumentos suficientes para responder a lo que podía demandar el partido, y así fue. A pesar de que el Granada comenzó mandando y llevando la iniciativa ante un Almería bien plantado, nuestros representantes fueron creciendo a medida que transcurrían los minutos.
El Almería, sobrio, intenso, disciplinado, ordenado, mantenía a raya a su rival y salía con verticalidad y velocidad en ataque. En el minuto 14 Gaspar robó un balón junto al córner, centró y cuando Fidel entraba en el segundo palo la defensa local despejó a saque de esquina.
Los granadinos tenían difícil superar al Almería por lo que tenían que optar por los lanzamientos desde fuera del área. En el 17 lo probó Sergio Peña y René paró con seguridad. En el 21, el conjunto almeriense tuvo, una vez más, sentido de la anticipación, montó una contra y el meta nazarí, fuera del área, se adelantó a Pozo. En el 32, el peligró lo tuvo de nuevo el Granada y Marco Motta despejó antes de que Joselu pudiera rematar un centro desde la derecha. En el 34, Gaspar, tras recibir de Pozo, lanzó ajustado al palo deteniendo Javi Varas.
Las alternativas se sucedían con un Almería muy bien plantado, que no daba facilidades y que, como decíamos, estaba sobrio y seguro a pesar de la mayor posesión de su adversario. Sin embargo, cuando parecía que se iba a llegar al descanso con 0-0, Marco Motta perdió un balón cuando se disponía a jugarlo, Machís centró y Víctor Díaz, llegando desde atrás, cabeceó al fondo de las mallas. Era el minuto 42… El Almería se había ido ya a vestuarios. Una lástima porque estaba desarrollando un excelente trabajo ante uno de los más firmes candidatos al ascenso.
Si en el tramo final del primer tiempo el Granada ponía el 1-0 en el marcador, a los tres minutos de la reanudación conseguía el 2-0 por medio de Machís en una acción personal que culminó con un disparo que entró por la escuadra.
El Almería debía tirar de épica, pero el resultado, el crono y el potencial del rival, que jugaba con comodidad, pesaba mucho. En cualquier caso nuestros representantes le pusieron casta, intensidad y amor propio e hicieron lo que parecía imposible, empatar con un golazo de falta directa de Rubén Alcaraz, en el 62, y con otro de Morcillo, en el 90 al rematar en el segundo palo una falta lanzada por el citado Rubén Alcaraz. Antes René había salvado un mano a mano ante Joselu, y Motta había cabeceado al larguero en un continuo intercambio de golpes.
La igualada sabía a victoria para un Almería épico, pero en el 93, en la última jugada del encuentro, el Granada marcaba el 3-2. Pedro, sólo, marcaba tras unos rechaces después de un lanzamiento largo de falta. Una lástima.